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CIENTÍFICO JUARENSE COORDINA PROYECTO PARA VACUNA CONTRA COVID-19

Investigador, egresado de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, participa en proyecto en equipo para implementar la más alta tecnología mexicana para generar una vacuna y diagnóstico en tiempo récord, contra el coronavirus.

MONTERREY, N.L., MX. –

A través de la empresa de biotecnología SciCore Medical, un equipo de científicos mexicanos, entre ellos el Dr. Jorge Carrasco, juarense egresado de la Lic. en Biología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), diseñaron el Proyecto Jonas-Salk, una estrategia de contingencia no lucrativa, que busca generar una vacuna para Covid-19 en tiempo récord, eficiente y con tecnología mexicana.

SciCore Médica fue fundada en Monterrey, en 2018, por científicos mexicanos y actualmente es dirigida por el Dr. Jorge Carrasco.

El Proyecto Jonas-Salk, el investigador lo resume en tres bloques: 

Método de detección o diagnóstico molecular para muestras con Covid-19, terapia con anticuerpos monoclonales para neutralizar los efectos en pacientes infectados y la estrategia de vacuna que sería probada en animales y posteriormente en humanos voluntarios. 

“La terapia con anticuerpos monoclonales sería para pacientes con Covid-19 y les ayudaría a amortiguar la infección”, explica el Dr. Carrasco, coordinador de este proyecto. “Llevamos tres semanas trabajando en la estrategia molecular y podemos generar respuestas en México, antes de que lleguen las tecnologías del extranjero”.

La tecnología de la vacuna consiste en introducir información genética a las células, con las instrucciones para fabricar el cascarón del Covid-19 (incapaz de reproducirse e infectar), pero con la propiedad de estimular el sistema inmune e incrementar las defensas del cuerpo contra una posible infección real. Con base en tecnologías similares, la efectividad esperada de la vacuna para Covid-19 sería del 80 al 98%. Sin embargo, en el peor escenario la vacuna disminuiría la severidad de la infección de Covid-19, reduciendo así el número de fallecimientos.

“Estamos trabajando en el modelo in-silico, que nos ayuda a mandar pedir el gen de la proteína para poder reproducir una pequeña parte del virus –no infectante, pero que despierta respuesta inmune–, para posteriormente iniciar la inmunización en llamas y gallinas”.

El equipo de científicos mexicanos, colaboradores del Proyecto Jonas-Salk trabaja en el desarrollo de dos tipos de vacunas de siguiente generación, “de tecnología de frontera de ciencia”, que son la ARN y ADN, que ya se emplean en China y otros países desarrollados.

[Las vacunas que se aplican en México en la actualidad están basadas en producción de anticuerpos o con tecnología que se generó hace 15 años]. 

También se ocupa en la estrategia molecular, logística y costeos, pero dependerá de los proveedores decidir cuál sería la ruta más viable.

“Cada una (de estas vacunas) tiene sus pros y contras. La vacuna de ARN hasta hoy tiene más estudios clínicos que han demostrado que es segura, pero para poder manufacturarla resultará mucho más costoso”.

Las vacunas de ADN, por otra parte, son más innovadoras, por lo que todavía no se exploran sus efectos secundarios, pero tienen una alta probabilidad de eficiencia y su producción es más económica.

En ambas, insiste el Dr. Jorge Carrasco, “estamos preparados con las capacidades científico-tecnológicas, la estructura legal y estrategia para ofrecer la vacuna para Covid-19”.

¿Sería intravenosa? “En esto también hay dos rutas que se están evaluando. Esas todavía están por definirse, según algunos temas de tecnología”, pero se le apuesta a que una de ellas sea en dosificación intranasal.

EL PRODUCTO ESTARÍA LISTO DE OCHO A 10 MESES, CON LO QUE SE TENDRÍA VENTAJA SOBRE LA VACUNA EXTRANJERA, QUE LLEGARÍA A ESTE PAÍS EN UN AÑO Y MEDIO A DOS.

“Lo que busca Proyecto Jonás-Sal no es producir vacunas para todo México, sino generar la plataforma tecnológica y transferirla, ya sea al gobierno, al ejército o a una farmacéutica, para que ellos la reproduzcan y se busque la masificación de la producción”.

El costo de la vacuna no dependería de SciCore Medical.

Hasta el cierre de esta edición, el Proyecto Jonas-Salk era la única iniciativa mexicana por dar una respuesta a la contingencia por coronavirus o Covid-19.

Sin embargo y debido a la contingencia, se busca que la iniciativa privada, sociedad civil y comunidad científica se sumen a los gastos directos de la investigación, en un ejercicio de recaudación de fondos totalmente transparente, con la publicación semanal de reportes de ingresos y egresos, dirigidos a todos los aportadores. 

“Lo último que queremos es que esto se interprete como una estafa, pues somos gente que ya ha hecho esto y que al final del día no espera utilidad de este proyecto. Como tecnólogos, si en algo podemos ayudar es en esto. Enfrentamos una situación de emergencia, estamos muy sensibilizados por lo que puede llegar a causar, sobre todo por el antecedente en España e Italia”.

El investigador se reserva el monto para desarrollar este proyecto, pues, derivado de la contingencia, los costos se visualizan inciertos, porque se depende de la fase cambiaria.

Pero, aclara… “En Estados Unidos resultaría mucho más caro implementar lo que nosotros buscamos, ya que, como investigadores mexicanos, sabemos muy bien cómo optimizar los recursos económicos”. 

La entrevista con este escribano se pactó el viernes 27 de marzo y para el lunes, varias empresas se habían sumado a esta iniciativa, incluso algunas con la aportación de capital, sobretodo aquellas del ramo científico y tecnológico, tal fue el caso de Analitek S.A. de C.V., líder en secuenciación de genomas en México.

“Tenemos proveedores de servicios que nos conocen por proyectos anteriores, así como a la gente involucrada en esta iniciativa y en ese sentido creen que podemos responder”.

[A finales de 2019, el Dr. Jorge Carrasco, también junto a un equipo de investigadores mexicanos sorprendieron al mundo de la medicina con la creación de una crema para cicatrizar heridas en diabéticos].

Al cuestionarle sobre el apoyo internacional, el científico juarense responde que en Estados Unidos salieron 25 convocatorias que liberaron fondos para este tipo de proyectos, entre ellas YCombinator, Inbio, Wefounders, Gingko Labs, Amazon, a las cuales aplicaron, con cantidades que van desde los 500 mil al millón de dólares.

No obstante, permanece latente la incertidumbre, pues debido a la pandemia que enfrenta el hemisferio por el brote de Covid-19, en empresas grandes han surgido situaciones inesperadas.

Prueba de ello, uno de los proveedores más fuertes cayó en Estados Unidos y cerró temporalmente toda comunicación. 

A la par, se han ido encareciendo los insumos, que en este caso son cotizados en Estados Unidos.

“Estamos buscando plataformas de Crowdfounding para ayudarnos a captar recursos y el sistema de pago que dimos de alta es Stripe, que acepta pagos de forma segura en cualquier parte del mundo”.

Aunque es bienvenida toda la comunidad científica que quiera aportar para acelerar procesos, también asociaciones civiles, empresarios, incluso con apoyo técnico.

Además del Dr. Jorge Carrasco como coordinador del Proyecto Jonas-Salk, participan:

Dr. José Manuel Aguilar, líder de estrategia molecular de vacuna y terapia con anticuerpos.

Dr. Cuauhtémoc Licona, líder de diagnóstico molecular.

MSc. César Ortiz.

T. Sup. Felipe López.

MSC. Héctor Castañeda.

Dr. Raymundo René Rivas Cáceres.

El biólogo Óscar Zavala.

Dr. José Luis Stephano Hornedo.

Dr. Julio Enrique Valencia Suárez.

Dr. Manuel Alejandro Carballo Amador.

Lic. Javier Carrasco, líder de comunicación.

Mtra. Melissa Alvarado Ramírez.

Ing. Ana Laura Mendoza

Mtro. Óscar Hinojosa.

Mtro. Iñaki Lorda.

“Hay gente muy valiosa en las universidades, en la misma UACJ tengo colegas brillantes que pueden aportar mucho. El círculo de la comunidad científica por alguna razón es bastante reducido y nos conocemos entre sí… y en esto se está teniendo muy buena respuesta”.

El Dr. Jorge Carrasco es nacido, crecido y licenciado en Ciudad Juárez

¿Qué opinas de esta frontera?

“Es una ciudad muy fuerte, noble y hospitalaria, que ha resistido la más cruenta violencia, como también climas extremos, pero, pese a ello, sigue en pie… y seguirá. Me siento profundamente orgulloso de ser juarense. En cada oportunidad que tengo, aprovecho para decir que a pesar de todo lo malo que se diga, quien tiene la dicha de estar en Juárez se da cuenta de por qué es tan fuerte, además de su gente”.

De niño, Jorge siempre quiso ser científico, aunque no sabía en qué enfocarse. “Me apasionaba la ciencia”, dice jactancioso. 

En 2010 se graduó de la licenciatura en Biología, en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, sin saber exactamente qué le depararía el futuro.

“Quizá fue algo arriesgado, pero durante el camino fui descubriendo mi gran pasión, la biotecnología y la implementación de proyectos”.

Para finalizar, se le pregunta por qué este proyecto fue bautizado con el nombre de Jonas Salk, el creador de la vacuna contra la poliomielitis, allá por 1952.

“Él (Jonas Edward Salk), cuando desarrolló esta vacuna, rápidamente la donó. La creó, no la patentó, la dejó abierta. Con eso se pudo erradicar la poliomielitis. Muchos laboratorios lo buscaron para que les vendiera la patente, pero su convicción se mantuvo inamovible: No se puede patentar el sol. No se puede patentar el bien común. No se puede patentar la urgencia”.

Por ahora, los ojos del mundo se centran en la creación de una vacuna que frene los contagios y muertes por coronavirus o Covid-19.

La pandemia por el Coronavirus (Covid-19) es una emergencia sanitaria mundial, un hecho histórico para el cual la humanidad no se encuentra preparada con un tratamiento o vacuna. El brote de Covid-19 inició en diciembre de 2019 y hasta el pasado 27 de marzo había infectado a más de 556 mil 115 personas en el mundo y cobrado la vida de 25 mil 166 personas, de acuerdo a los datos periódicos de la Universidad Johns Hopkins. Se estima que puede infectar al 70% de la población mundial y tiene el potencial de cobrar la vida de más de 156 millones de personas en los próximos dos años, mientras que en México podría infectar a más de 90 millones y generar hasta 2 millones 700 mil defunciones.

Si usted desea apoyar a la iniciativa Proyecto Jonas-Salk, diríjase al siguiente link: https://scicore.mx/ o escriba al correo covid@scicore.mx y lo contactarán a la brevedad.

servisiblemx@gmail.com